Los propios denunciantes, que de momento prefieren mantener su anonimato aunque han aportado pruebas documentales, aseguran que las cantidades que se estafan a estos trabajadores las negocian los de la Federación y el alcalde de cada localidad, de modo que por unos pocos días se les cobra más que por un trimestre si fuesen afiliados de la UGT. Se aprovechan de la ignorancia de estos trabajadores, que, por miedo al sindicato y al alcalde, no son capaces de demostrar, en el caso de que detecten la estafa, porque muchos no saben interpretar una nómina. Las cantidades que han ido detrayéndose de las percepciones del PER en decenas de trabajadores son variables según los casos. Como se puede comprobar en las nóminas aportadas por los denunciantes, los baremos varían según los ingresos que se perciben, aunque no se aprecia un criterio uniforme, sino que, aseguran, más bien parece un criterio político. Estas cuotas vienen aplicándose desde el año 1999, según se ha podido comprobar de las nóminas aportadas, y las cantidades oscilan entre las mil y las dos mil pesetas por cada trabajador, al mes o al trimestre, según los casos, por lo que los denunciantes calculan que estamos ante un fraude de muchos miles de euros. Buena parte de las acusaciones se centran, fundamentalmente, en la Federación de Trabajadores de la Tierra de Málaga y en su secretario general Antonio Guerrero Herrera.
Por su parte, el INEM confirmó que no hay una legislación específica para los perceptores del subsidio agrario en lo referente a que se les pueda cobrar un canon sindical . En cualquier caso, les sería de aplicación lo dispuesto en la Ley Orgánica de Libertad Sindical, que dispone que el empresario procederá al descuento y posterior remisión al sindicato de las cuotas, siempre que éste sea afiliado y haya expresado su conformidad, extremos que, según las denuncias, no se dan.
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