viernes, 22 de febrero de 2013

el enemigo de la iglesia



Lo tengo por el peor enemigo de la Iglesia en mucho tiempo, pero como hay tantos, lo voy a dejar en que el indigno Rouco es uno de los peores enemigos de la Iglesia. Ha vendido el catolicismo al PP por una crucecita, por un sistema de financiación, por el becerro de oro y, actuando como un tirano sin lecturas, agrede a la libertad de los católicos con su manifiesta corrupción moral. A Rouco le va que ni pintado lo de Ratzinger: “Cuanta suciedad en la Iglesia”.

Mientras españoles se queman a lo bonzo, algo impensable hace unos pocos años y que abre las carnes; mientras españoles son desahuciados de sus casas; mientras se hunde en la miseria a toda una sociedad, Rouco y sus obispos se mantienen callados como rameras, situados al lado de los poderosos, como lacayos y mamavergas del Partido Popular, con el respaldo de Barriocanal, el fariseo neocatecumenal, otro enemigo de la Iglesia, a pesar de su tono meapilas.

Lejos de poner en práctica la denuncia profética contra ese sistema corrupto e injusto, a lo que se dedica Rouco es a utilizar el dinero de los católicos (la crucecita sólo deben ponerla los católicos corruptos, que son muchos) para dar pábulo e intentar lavar la imagen de Luis Bárcenas. A eso se dedica 13TV que apesta a corrupción, por lo que leo como referencia en los digitales, pues es un canal que he eliminado de mi televisor. Eso es lo que hizo el vago de siete suelas Antonio Jiménez, cuyas audiencias son ya manifiestamente bajas, como ya lo eran en su anterior empresa, y más que lo serán, porque es un inútil que no hace más que repetir el argumentario del día del nefasto PP. Rouco y su asalariado Jiménez –con mofa y befa hacia los católicos, con abuso y estafa de su dinero- han hecho el más completo ridículo a las primeras de cambio: Bárcenas tenía ya confirmado ante notario la verdad de la contabilidad B, los donantes y los tomantes. 13TV es una cloaca, un sepulcro blanqueado.

Esta abyecta identificación de la Iglesia jerárquica con el PP corrupto clama al cielo y sitúa como un imperativo ético no poner la crucecita y hacer campaña contra estos indignos mercaderes del templo que encabeza el corrupto moral Rouco. Los católicos no tenemos porque pagarle el sueldo a una indocumentada lacaya como Isabel Durán para que en vez de buscar la verdad se dedique a repetir las gilipolleces de Génova.

Rouco se está saltando todos los criterios y la doctrina de la Iglesia sobre la libertad de los católicos en las materias opinables, actuando como un marianista descerebrado, con Barriocanal, el fariseo neocatecumenal. Lacayos de Bárcenas y de Gürtel, trama en la que están tantos católicos oficiales. ¡Cuánta suciedad, Kiko Argüello, en la Iglesia, despabila y expulsa a ese corrupto moral de Barriocanal, que se ha vendido al poder! Presentando al PP como el partido único de los católicos, utilizando el dinero de los católicos para apoyar a ese partido, Rouco se dedica a violentar las conciencias y, además, en una línea amoral e inmoral, porque el Partido Popular es un partido corrupto, de corruptos, que no respeta ni la más mínima norma de la moral natural, que subvenciona el aborto, que no modifica el matrimonio homosexual.

Rouco está con los poderosos contra los indefensos, con los privilegiados contra los expoliados, con los corruptos peperos contra las personas honradas. Rouco y su canalla clerical y neocatecumenal están apoyando a los avariciosos, a los codiciosos, a los que llevan al suicidio a muchos españoles, sin que al amoral Rouco le importe una higa y sin que la Conferencia Episcopal levanta su voz contra tanto latrocinio. Lejos de ello, callan como rameras, como putas babilónicas no les vayan a quitar la crucecita. Con claridad hispana, el beato de Liébana diría que Rouco es el cojón del anticristo.

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