martes, 18 de junio de 2013

La mafia que controla Cataluña

 


¿Es el nacionalismo catalán un movimiento de conveniencia dirigido por la alta oligarquía catalana para materializar sus intereses ocultos? ¿Quién se esconde detrás del independentismo? En este post analizaremos la campaña de odio hacia España que se ha llevado a cabo desde los peldaños más bajos de la enseñanza secular.

En la época democrática actual, desde 1980, los nazi-onalistas han ocupado el poder en Cataluña, excepto algunos paréntesis de legislaturas socialistas que competían a ser más nacionalistas aún.

Y así han tenido lugar más de 30 años de una educación tendenciosa de fomentar odio a todo lo español, prohibir el uso del idioma español en las instituciones y sitios oficiales, multar con dinero a quienes rotulan en español, etc… Por eso la nueva juventud catalana de hoy ha sido programada según el nacionalismo, desde hace más de 30 años.

Si existe algún odio en el ambiente éste no proviene de España, ni en realidad tampoco de la Cataluña natural, sino de unos corpúsculos nacionalistas, que están formados por los mismos sujetos que usan la lengua catalana, no como una riqueza cultural, sino como un arma diferenciadora, agresiva, y excluyente, hacia las demás personas.


A ver si se enteran de una vez los nacionalistas catalanes que hay millones de ciudadanos catalanes que no quieren independizarse ni secesionarse de nadie. Solamente la gente podría querer secesionarse mediante un proceso de lavado de cerebro sociológico, impuesto por la fuerza. Es decir, lobotomizando a los ciudadanos, a través de los medios de comunicación, que están controlados por el Nacionalismo, y a través de las instituciones oficiales, que son nacionalistas, y sus políticas.Y eso es lo que se ha practicado en estos 32 últimos años en Cataluña.

Para secesionarse primero hay que fabricar un supuesto “conflicto” entre dos supuestas partes. Como ese “conflicto” no existía en la vida normal y natural de la gente de Cataluña, pues entonces se fabrica el conflicto, construyéndolo mediante la herramienta del ODIO. Ya no mediante el terrorismo, porque su práctica está muy desprestigiada y pertenece a épocas antiguas. Porque quien practica la violencia, pierde su razón y su imagen.

Y la única manera que tienen para intentar radicalizar a la población es mediante, primero, la imposición del catalán como idioma único, por la fuerza, y segundo, mediante una política educativa que fomenta el odio a lo español.

Como esa política de odio y de exclusión social es contraria a los derechos y libertades de las personas, y a las leyes, pues entonces las instituciones nacionalistas catalanas se dedican a incumplir las sentencias de todos los tribunales.

Todas las evidencias demuestran que el Estado Español nunca debía haber traspasado las competencias en materia de educación a las comunidades autónomas, ya que la educación es la base de la cohesión y de la convivencia común, y su uso arbitrario por los nacionalismos puede convertirse en práctica de abuso, fanatización nacionalista de los escolares, y ser motivo en definitiva de conflicto social.

La base del problema de convivencia que se ha desarrollado, tanto en el País Vasco como en Cataluña está en la Educación. Así que la competencia en educación debe de volver cuanto antes al Estado, y blindarla legalmente como “Competencia de Estado”, para que nadie ose rebajarla en mercadería de pactos baratos y puntuales entre partidos.



Aprovechando los últimos años de Crisis europea y mundial, los nacionalistas catalanistas han explotado intensamente una campaña bochornosa con el mensaje de que España roba a Cataluña, y que por ese motivo Cataluña está en quiebra.

Se han hecho campañas muy agresivas de fabricar odio contra España, como por ejemplo un video protagonizado por un individuo vestido de mapa de España y que no tiene otra cosa que hacer más que ir por las calles dedicándose a robar las carteras de los ciudadanos de Cataluña.

O bien perseguir con multas a los comerciantes que rotulen sus carteles en castellano, que es el idioma español oficial común, mayoritariamente hablado en todo el Estado Español. O bien culpar a España de que los propios gobiernos catalanes hayan llevado a Cataluña a la bancarrota; el último gobierno catalán que desgració los recursos públicos fué el del Tripartito, de nefasto recuerdo.

Decir que Cataluña será más próspera si se secesiona de España es el mismo timo y la misma falsedad que cuando se prometió que España iba a ser más rica y próspera porque se iba a unir al club de los países ricos de la Unión Europea. Pues ya habéis visto que no; ha sido al contrario. Dentro de la Unión Europea, España ya no tiene moneda propia, no puede maniobrar económicamente, y es ahora más pobre. Se quiere aplicar de nuevo la misma estafa a la gente, en este caso a los catalanes, prometiendo un supuesto dinero y una riqueza extra que son una fantasía y que no existirán nunca. Esto se llama “Estafa”; engañar a la gente enseñando unos billetes falsos como cebo, que no llegarán nunca, para conseguir unos determinados fines políticos.



Las organizaciones secesionistas manejan el año 2014 como el escenario para una supuesta Secesión, ya que se cumplirían 300 años de la batalla del 11 de septiembre de 1714 por Barcelona, que no fué una Guerra de Secesión, como los nacionalistas presentan, sino una Guerra por la Sucesión en el Trono de España. La Fiesta de la Diada del 11 de Septiembre es en realidad, según la Historia, una fiesta de la españolidad en Cataluña.



En esa batalla los catalanes se levantaron en armas para defender a España y al candidato al trono que ellos respaldaban, ya que se había desatado una Guerra de Sucesión al Trono, entre Felipe de Anjou, francés, y Carlos de Habsburgo, alemán. Todas las regiones se habían decantado por uno u otro candidato. Y en ese contexto, batallas por esa Sucesión al Trono se produjeron por toda España, no solamente en Barcelona. Pero no hubo ninguna guerra de independencia catalana ni una guerra de España contra Cataluña, sino al contrario, a favor de España, por el bien de España, y para que España tuviera su mejor candidato real al trono, ya que ellos mismos eran España. Total, que es un cuento chino nacionalista, construído sobre la mentira, y desmentido por la Historia. Este tipo de patrañas les largan a los niños catalanes en las escuelas con el proceso de Inmersión Cultural.



Y nos encontramos con otra manipulación en esta otra fecha. El catecismo separatista enseña a los escolares catalanes que en 1936 hubo otra guerra por la independencia entre Cataluña y España, y se quedan tan frescos.

De 1936 a 1939 tuvo lugar la Guerra Civil Española, una tragedia horrorosa y demoniaca, y se padeció en todo el territorio español, lo mismo en Cataluña que en Madrid, y en las demás regiones.

Ese supuesto historial de reclamaciones y guerras independentistas catalanas a lo largo de la Historia nunca existieron. Fué en la historia contemporánea, a partir de que surgen todos los “ismos”, cuando surgió también el nacionalismo, como doctrina para aplicar a cualquier territorio, buscando cualquier posible justificación, y que se tiene que alimentar siempre forzosamente de odios y conflictos artificiales creados al efecto.

En realidad, todos los movimientos sociales y políticos surgen de las sociedades secretas iluminadas, no para defender esas causas, sino para llevar sufrimiento, manipulación, y división al mundo.



Otro espejismo que se plantea son los referendums. El Referendum que se plantea como supuesto ejercicio democrático no es tal, porque ya nace viciado y engañoso, y es una estafa, porque viene a renglón seguido después de una fase previa de lavado de cerebro sociológico a la población, de 32 años de duración, impuesto por el nacionalismo separatista catalán.

Para poder hacer un referendum en Cataluña primero habría que aplicar un tratamiento de terapia sociológica para desintoxicar a la sociedad catalana de la inculcación por la fuerza de 32 años de doctrina de odio xenófobo y excluyente.

¿Acaso si los nacionalistas perdieran un referendum iban a colgar los trastos, desmontar sus partidos, reconocer su fracaso e irse a su casa? Al contrario, seguirían convocando infinitos referendums, no dándose nunca por vencidos hasta que salieran sus tesis, para lo cual habría que reprogramar cada vez con más fuerza y agresividad a los ciudadanos y sobre todo a los escolares. Pero.., ¿Cuándo se acabaría el Ultimo Referendum?..

El idioma español ha sido prohibido y desterrado de toda la vida oficial y académica de Cataluña. Pero dicen los nacionalistas que no pasa nada, que la gente sabe español porque lo habla por la calle.
Sí, bueno, pero cada vez se sabe menos español, y cada día se pierde más. Todavía se habla español en Cataluña, pero de seguir así con esa política de inmensión lingüística, o autosuicidio-lingüístico, en una generación más el español se perderá. Luego entonces ahora tienen una obligación de recuperar y fortalecer su otra lengua oficial. ¿Por qué no lo hacen?…


Para combatir el clima de terror y de odio que los nacionalistas han sembrado en algunas comunidades de España, y si queremos vivir en paz y en convivencia, habría que tipificar como delitos graves 3 figuras jurídicas:

1.- Promover el odio a España y entre los españoles.
2.- Atacar o Atentar contra la Unidad de España.
3.- Desarrollar iniciativas que persigan la Secesión de territorios en España.

De algún modo, ya vienen recogidas estas figuras en nuestro ordenamiento juridico, pero se trata de especificarlas con mayor claridad y dotarlas de un estatus más claro y especial.

De esta manera, por ejemplo, el adoctrinamiento separatista y de odio a los españoles que se practica en algunos centros de educación, o en algunos medios de comunicación, estaría tipificado claramente como delito contra la convivencia social y contra el Estado.

Para aplicar estos delitos específicos contra el odio y separatismo de España, un Juzgado específico de la Audiencia Nacional, o bien un órgano jurídico específico, tiene que asumir estas competencias, en un caso parecido, a los delitos por terrorismo.

Porque siempre han existido 2 clases de terrorismo: el de violencia a pié de calle, y el terrorismo ideológico que ejercen algunos grupos sociales y políticos, sembrando un odio social que empuja a individuos a cometer ataques o atentados. Pero el segundo, el ideológico, no es menos grave que el primero, ya que es el ente inductor del delito posterior, o autor intelectual.

En la primera etapa de la Transición existía un grupo terrorista nacionalista catalán llamado “Terra Lliure”, que intentaba imitar a la ETA, pero con el tiempo se disolvió, ya que no era ninguna solución de nada sino un atraso y un problema más.

En la Constitución se reconocen distintas comunidades, pueblos, o nacionalidades, como queramos llamarlo, siendo España una nación de naciones y a la vez un solo Estado, cuya unidad es indivisible.

A partir de estas premisas, la Ley puede permitir la existencia de partidos nacionalistas, siempre y cuando cumplan con los 3 puntos citados anteriormente: no promover el odio entre españoles, no atacar la unidad de España y no impulsar iniciativas de Secesión. A partir de ahí podrán hacer todo el nacionalismo que quieran, pero tendrá que ser siempre un nacionalismo de convivencia y nunca de odio ni de ataques a la nación con mayúsculas. Pues lo uno no tiene que implicar lo otro necesariamente. Por ejemplo, yo puedo querer mucho a mi familia, pero eso no implica que para ello yo tenga que odiar necesariamente a las demás familias.

Los partidos o asociaciones nacionalistas pueden trabajar para el bien de su comunidad y de su identidad cultural tanto como quieran, que eso siempre está bien, pero lo que no pueden hacer es basar su trabajo única y exclusivamente en un chantaje de promover el odio y el miedo contra el resto de ciudadanos que no pertenezcan a esos grupos o asociaciones.

En cuanto un partido o asociación, medio de comunicación, etc…, lleve en su programa o incite socialmente al odio entre españoles y al separatismo territorial, los órganos legales y jurídicos competentes deberían declarar ilegal dicha entidad, y juzgar a sus reponsables.
Se podría hacer nacionalismo siempre y cuando sea un nacionalismo legal, un nacionalismo que desarrolle su riqueza identitaria y cultural entendida en un marco de convivencia y respeto común.

De esta manera y con estas leyes tan claras y contundentes, el régimen de persecución social, miedo y terror excluyente que han impuesto los separatistas xenófobos en algunas comunidades de España, se volvería contra ellos mismos.
Es cuestión de leyes. Ahora que ya los nacionalismos se han quitado la careta de cinismo y doble lenguaje que utilizaban, y han mostrado su verdadera faz de odio, es hora de empezar a aplicar la ley.

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