lunes, 19 de agosto de 2013

La sharia cada vez mas cerca

La sociedad igualitaria y garantista respecto a las libertades y derechos que afortunadamente tenemos en Europa, es un arma de doble filo para los islamistas radicales.
En algunos países europeos están proliferando ciertos grupos de fanáticos que, moviéndose en el límite de la ley, pretende socavar los valores de nuestra sociedad.
Uno de estos grupos es Sharia Belgium , extremistas que anhelan la implantación de su propia ley, la Sharia, no sólo entre sus fieles sino a toda la sociedad que les acoge. En palabras de su líder Abu Imran, “un musulmán de verdad no utiliza la democracia para alcanzar el poder y establecer el Islam, participar en las elecciones sin creer en ellas es un engaño, en un estado de guerra, está permitido engañar a los enemigos, pero en asuntos de política no vemos a los infieles como enemigos, sino aliados con los que establecer pactos”. Además de en Bélgica, en Holanda encontramos Sharia Holland, que en la línea de los anteriores piensa que “como musulmanes, creemos que hay un pacto con los infieles para que nuestras familias y nuestra riqueza estén protegidas, por eso no podemos engañarlos. Por eso somos sinceros y decimos alto y claro cuáles son nuestras intenciones. Ya lo dijo Alá, el mundo entero estará regido por mis leyes”.

En España tenemos nuestra propia versión de estos movimientos pro-Sharia, llamados Sharia Spain, un grupo que se define como el “primer partido político islamista en España, con el objetivo de demostrar la hipocresía de la democracia y restablecer la ley islámica. Se alía con todos los partidos y grupos que llamen a la Sharia y la vuelta al manhaj de los salaf, condena el terrorismo sionista y toda forma de injusticia similar”. No ocultan su devoción por Bin Laden, al que catalogan como mártir “quiso premiar Alá al Sheikh Osama con el martirio” y no son demasiado astutos en el llamamiento a la yihad armada.
 
Muy activos en internet, con un blog llamativo y con numerosos contenidos (http://sharia spain.blogspot.com/), tienen aproximadamente unos 400 seguidores repartidos entre varias redes sociales. Entre las fatuas que pueden consultarse en su web, se encuentra una que tiene por título: “Quiero ir a la yihad, pero mis padres no me dejan”, u otra en la que se dice que es haram (ilícito) que las niñas exhiban sus impúdicas pantorrillas, ya sea en público o en privado. 
  Estos grupos están inspirados en Islam UK, un grupo de salafistas radicales que actuaban en Reino Unido. Fueron declarados ilegales tras la aprobación de las leyes antiterroristas en ese país en enero del 2010. En su desaparecida página web, se describían como “una plataforma de sinceros musulmanes que pretenden propagar la ideología islámica suprema en el Reino Unido, como una alternativa divina a la ley del hombre”. Su objetivo era “convencer a la opinión pública británica de la superioridad del Islam, con el fin de transferir la autoridad y el poder de los musulmanes a fin de aplicar la Sharia”.

El polémico líder de este extinto grupo, Anjem Choudary continúa su lucha por instaurar la Sharia en el Reino Unido, y no ceja en el empeño de “poner las semillas para un emirato islámico a largo plazo”. Conviene destacar que este predicador ha declarado públicamente que “El islam no es una religión de paz, porque el islam no significa paz, significa sometimiento. Un musulmán es alguien que se somete. Hay lugar para la violencia en el islam, hay lugar para la Yihad en el islam”.

Él ha sido el impulsor de inundar con carteles y pegatinas algunos barrios de Londres con mayoría musulmana (un 30% del total de habitantes) con vistosos carteles de color amarillo donde se puede leer: “Usted está entrando a una zona controlada por la Sharia; aquí, la ley islámica debe ser observada”.

La octavilla informa que dentro de la “zona Sharia” no se permite el consumo del alcohol ni casinos. Además el panfleto prohíbe música y conciertos, pornografía o la prostitución, así como el consumo de estupefacientes.

Sharia Belgium y Sharia Holland, han creado incluso un sistema judicial basado en la Sharia que sustituiría al legal. De hecho confirman que “a un musulmán le está prohibido acudir a la policía o al juzgado, lugares regidos por leyes hechas por el hombre y que se modifican en función de los deseos de unos y otros. Utilizamos las leyes de Alá para resolver los conflictos internos y pedimos a nuestros hermanos musulmanes que no acudan a esos teatros”. Estos juicios alternativos se celebrarían en mezquitas privadas y teterías de ciudades como Amsterdam o Londres, con sentencias dictadas no por jueces titulados, sino por sabios musulmanes.

El gran problema que se nos presenta en Europa con estos grupos de radicales islamistas es que han aprendido cómo moverse en el límite de lo legal; saben qué cosas pueden decir y qué cosas no. Además, han sabido muy bien adaptarse a las nuevas tecnologías para llegar a más gente y difundir su mensaje, sobre todo a través de foros de internet. Están bien organizados y aprovechan cualquier agravio contra los musulmanes para manifestarse en la vía pública, con el fin de atraer a posibles adeptos así como para darse a conocer en los medios de comunicación.

No pretenden convivir en paz con los europeos, ni respetar nuestra democracia, quieren implantar la Sharia en todos los aspectos de la vida. De momento no son grupos excesivamente numerosos y no cuentan con el apoyo de la inmensa mayoría de los musulmanes. Tienen un discurso a veces ambiguo, y otras veces más literal sobre la violencia, la Yihad y el terrorismo.

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