jueves, 22 de noviembre de 2012

Tras el velo

“Tras el velo”,
Acido
Los ataques con ácido a las mujeres son habituales en las sociedades islámicas.


Se trata de un trabajo excepcional y de una obra referencial para conocer a fondo la cara más tenebrosa del islam. Hablamos de “Tras el velo. La mujer en el islam”, del periodista argentino y colaborador de Alerta Digital, Rubén Kaplan, un impresionante y documentado trabajo de obligada lectura para todos los lectores.

De todas las distintas opresiones que sufren las mujeres que viven bajo las leyes musulmanas, una de las peores es que se les niega, incluso, el derecho a soñar un mundo diferente y alternativo. En “Tras el velo”, a través de los pormenorizados y escalofriantes relatos del autor, se expone clara y minuciosamente las vicisitudes que viven las mujeres en el islam, la mayoría contemporáneas, donde cada detalle debe ser apreciado como una demostración de las muchas espinas que atraviesan las vidas de ellas así como las pocas rosas que recogen. No hay nada que escape al ojo crítico y juicioso del maestro Kaplan, cuyo magistral manejo del idioma en toda su monumental obra constituye otro atractivo adicional.

Logra transmitir, con la mayor objetividad, distintos aspectos de la vida de la mujer en el contexto del islam: con la fundamentación de los escritos sagrados, describe su rol en el hogar, sus derechos civiles, familiares, como esposa y madre, la vestimenta, las posibilidades de elección laboral, de lugar de residencia; hasta las brillantes y a veces rebeldes mujeres que hacen suya la causa de todas y, dejando jirones de sus vidas, van descorriendo los tupidos velos que las cubren.

Rubén Kaplan deja al descubierto la justificación de situaciones aberrantes, pero sin quedarse en el dolor avanza en un libro que consta de nueve apasionantes capítulos. En los primeros, hay una explicación referente a las fuentes de las cuales derivan situaciones de violencia explícita de género, sostenidas en una legislación religiosa (Corán, Sunna, Sharía) y transmitida a los líderes por supuestos exegetas con poder político. En los siguientes, se abordan temas que van desde el uso obligatorio del velo, las lapidaciones, los crímenes de honor, las mutilaciones genitales femeninas, los azotes, hasta las violaciones y la pedofilia.

La casuística, cuidadosamente seleccionada, es compendio de racionalidad lógica, y rozando la sensibilidad se convierte, muchas veces, en una impresionante llaga abierta en un agónico grito, pero es, también, la que testimonia la interminable búsqueda de ese “negado mundo diferente y alternativo”.

Rubén Kaplan explica cómo el islam trata a las mujeres, y todo el libro es una impresionante y valiente denuncia de la barbarie jurídica de la que los grupos feministas y de derechos humanos no dicen nada al respecto.

El autor y colaborador de AD desarrolla todo el tema de forma concienzuda y máximo rigor periodístico y detalla incluso los casos de algunos musulmanes y ex mujeres musulmanas que lograron salir con vida.

“Si la ONU realmente hiciera su trabajo, defendería a las mujeres oprimidas en los países musulmanes -y este libro tendría que ser de lectura obligatoria para todos los delegados y todos los funcionarios de derechos humanos”. Lo dice Pamela Geller, autora de “La Presidencia Post-American: La guerra de la Administración de Obama en América (Simon and Schuster).

Tambien Robert Spencer ha dedicado al libro de Kaplan sus mejores elogios y nos advierte en el prólogo que “mientras los hombres sigan tomando el Corán en un sentido literal, las mujeres estarán en riesgo”.

Por su parte, el editor de Alerta Digital, Armando Robles, admite que la lectura de “Tras el velo” le provocó “una honda impresión, superior a la experimentada tras la lectura de cualquier otra obra que abordase el mismo tema”. “Sólo hay algo peor que el Diluvio Universal: el islam. Por donde pasó y pisoteó ni crece la yerba ni crece la paz. El estiercol mahometano es el mejor abono para la cizaña y en sus prados políticos pastan los cuatro caballos del Apocalipsis y además la casta entreguista de Occidente”, señaló.
Un musulman mata a sus propios hijos para castigar a su esposa por no usar el velo islamico


Su país, por supuesto, es Marruecos, de donde se origina Hajjaji Mustafa, de 44 años de edad y su esposa, es diez años menor que él. Pero el drama tuvo lugar en la ciudad a donde habían emigrado, Umbertide, en la provincia de Perouse, en la región de Ombrie . Es allí donde la noche del martes, los funcionarios gubernamentales] [alertados por la mujer, que encontró en el baño los cadáveres de dos de los hijos de la pareja, Ahmed, de 8 años, y Jiahane, de 12 años de edad.

Su padre estaba tendido cerca de ellos después de haber sido transportado al servicio de reanimación del hospital de Citta Di Castello, y ahora está fuera de peligro.

Hace apenas un mes que una mujer se había quejado contra su marido por amenazas de ser golpeada, herida y mal tratada. Ella explicó a los funcionarios del gobierno de Citta Di Castello que su marido había blandido un cuchillo contra ella. En el pasado el hombre la había amenazado porque no quería usar el velo islámico.

Antes de intentar suicidarse el marroquí había trazado con sangre en las paredes, inscripciones en árabe que apenas eran legibles. También ha dejado un papel. Los investigadores tratan de descifrar y traducir los mensajes con la esperanza de encontrar explicaciones para el doble asesinato. Según el Corriere della Sera, Mustafa Hajjaji quería castigar a su esposa tal vez porque después de dejar de usar el velo, ella había decidido dejar a su marido.

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