lunes, 9 de julio de 2012

por orden de Ala..



En el vídeo se ve como un hombre vestido con un turbante se acerca a una mujer arrodillada y le dispara cinco veces con un fusil automático. Alrededor de 150 hombres que observan el fusilamiento terminan aplaudiendo con gritos de júbilo. Sin embargo, este abominable acto tiene para ellos una ‘justificación’ ya que el adulterio fue advertido por Dios y esto es “una orden de Alá”.

El gobernador de la provincia de Parwan, Basir Salangi, ha asegurado que el vídeo fue grabado hace una semana en la localidad de Qimchok, pero no fue publicado hasta este sábado. "Cuando vi este vídeo tuve que cerrar los ojos (…) la mujer no era culpable, los talibanes son los culpables, ellos son unos bandidos y unos asesinos", ha declarado Salangi.


"Esto está sucediendo bajo un Gobierno que afirma haber avanzado en materia de derechos de las mujeres, que afirma que ha cambiado la vida de las mujeres, pero esto es inaceptable. Es un gran paso hacia atrás, ¿cómo pudo suceder esto enfrente de toda esta gente?", dijo Fawzia Koofi, una política activista afgana que piensa participar en las elecciones presidenciales de 2014.

La violencia contra las mujeres ha aumentado considerablemente en el último año. Los activistas dicen que no hay el menor interés por parte del Gobierno del presidente Hamid Karzai de hacer reformas en los derechos de las mujeres.
Más de 120 niñas escolares y tres profesores fueron envenenadas en Afganistán en un segundo ataque de este tipo atribuido por la policía local a radicales islamistas.

El hecho se produjo en la provincia de Takhar, donde los islamistas radicales se oponen que se les imparta enseñanza a mujeres y niñas. Esta vez, tal “oposición” ha tenido la forma polvo, todavía no identificado, disperso en las aulas de la escuela. Varias niñas perdieron el conocimiento.
El servicio de inteligencia afgano afirma que el movimiento Talibán intenta hacer cerrar las escuelas antes de 2014, año en que está prevista la retirada del país de tropas extranjeras.
"Parte de Al Faruk, la ofensiva primaveral suya, consiste en cerrar las escuelas. Envenenando a chicas, ellos pretenden infundir un susto. Tratan de hacer que las familias no manden sus hijos a las escuelas”, dijo un portavoz de la inteligencia afgana. 
El Ministerio de Educación de Afganistán informó esta semana que se cerraron 550 escuelas en 11 provincias donde los talibanes gozan de un fuerte respaldo. El mes pasado, 150 alumnas fueron envenenadas en la provincia Takhar al beber agua contaminada.
Desde 2001, año en que el movimiento Talibán fue derrocado con ayuda de tropas estadounidenses, las alumnas han podido reiniciar los estudios y regresar a sus trabajos, sobre todo en la capital, Kabul.
Sin embargo, los insurgentes periódicamente lanzan ataques a alumnos, profesores y edificios de las escuelas, sobre todo en las conservadoras provincias sureñas y orientales del país, de las cuales se nutre el Talibán.
Un nuevo grupo radical de insurgentes se está formando en Afganistán con el objetivo de aterrorizar tanto a las autoridades como a otros grupos extremistas, según fuentes de la inteligencia afgana.


El Servicio de Inteligencia de Afganistán considera que el nuevo Frente Dadullah ya está ejerciendo presión psicológica sobre algunos legisladores mediante mensajes y llamadas telefónicas para que no apoyen el acuerdo estratégico sobre la colaboración de Kabul con Estados Unidos.
Las amenazas llegan de parte de personas que dicen actuar como miembros del Frente que toma su nombre del comandante talibán Mullah Dadullah, cercano a Al Qaeda, algo que probablemente fue el motivo de su asesinato en 2007.
Los servicios de seguridad anunciaron que ya habían detenido a tres personas supuestamente vinculadas con el Frente Dadullah y consideran que detrás de estas personas hay un grupo mayor. 
Por su parte, el movimiento extremista talibán niega la aparición de un grupo islamista más radical y sostiene que detrás de las llamadas y mensajes está una sola persona. 
Un doble atentado suicida se ha producido en el centro de la capital afgana frente al edificio del Consejo Británico y cerca de uno de los centros de Naciones Unidas en la ciudad.
Un doble atentado suicida se ha producido en el centro de la capital afgana frente al edificio del Consejo Británico y cerca de uno de los centros de Naciones Unidas en la ciudad.

Dos fuertes explosiones, con un intervalo de 10 minutos, fueron seguidas de tiroteos esporádicos dejando al menos 15 personas muertas y más de 5 heridos. Entre los fallecidos figuran ocho policías. Minutos después de los hechos, el movimiento talibán se ha atribuido la autoría del ataque.
Según dijo el embajador británico en Kabul en un comunicado, todos los talibanes implicados en el ataque terrorista producido frente al edificio del Consejo Británico, están muertos. Asimismo, según el Ministerio de Relaciones Exteriores británico, todos los ciudadanos de su país que se encontraban en el edificio durante la explosión ahora están fuera de peligro.

Los atentados se llevaron a cabo en vísperas de una importante fiesta nacional en la que el país conmemora su independencia del Reino Unido, obtenida el 19 de agosto de 1919.Seis terroristas suicidas participaron en el ataque a un edificio del gobierno local en la provincia afgana de Parwan. Perecieron como resultado del asalto 19 personas y 37 quedaron heridas.
El Ministerio del Interior afgano informó que el primer terrorista llegó a la entrada del complejo en un coche y lo explosionó, lo que permitió a otros cinco insurgentes suicidas aprovechar el caos para entrar en el edificio. Las fuerzas de seguridad lograron abatir a tres de ellos, pero los dos otros lograron escapar y explosionaron las bombas que llevaban adheridas al cuerpo.
La mayoría de las víctimas son civiles, declararon las autoridades. El movimiento insurgente Talibán se atribuyó la responsabilidad del ataque a través de su portavoz, Zabiulá Muyahid.

El último atentado de estas características se produjo a finales de julio, cuando un grupo de terroristas atacó el hotel de lujo Intercontinental situado en la capital del país, Kabul. Aquel asalto dejó 21 muertos, entre ellos varios ciudadanos extranjeros.
El sur de Afganistán ha sido protagonista de un atentado más indignante de lo habitual. Una niña de 8 años se explosionó cerca de un puesto policial de la región. Según el Gobierno afgano, a la pequeña la utilizaron los integrantes del movimiento talibán.
"Los talibanes dieron el bolso con una bomba a una chica de 8 años y le pidieron que la llevara al puesto policial", explica el mensaje oficial del Ministerio del Interior. "Al acercarse la niña a la policía, el bolso explosionó y la mató", dijo un portavoz del Ministerio.


Previamente era muy escasa la información sobre los impactantes casos de utilización de menores para realizar atentados.


El pasado 20 de junio las fuerzas de seguridad pakistaníes encontraron a una niña de 9 años que llevaba encima un chaleco con explosivos en una zona tribal fronteriza con Afganistán. La pequeña confesó en el interrogatorio que había sido secuestrada por insurgentes. Luego la obligaron a colocarse la mortal carga explosiva encima para utilizarla en un atentado contra un retén paramilitar en Pakistán.
Entre otros casos recientes destaca el atentado ocurrido en febrero en el que un chico de 14 años fue obligado a participar en un ataque contra una base de reclutamiento militar que le costó la vida a 31 cadetes.

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