martes, 4 de septiembre de 2012

¡¡ los sables..hablan por fin ¡¡

 
Un coronel de La Legión suscribe las palabras de Alamán contra la independencia de Cataluña: “Se atreve a decir lo que la mayoria de españoles de bien pensamos”

 Las adhesiones al coronel Francisco Alamán Castro se suceden en las últimas horas. El coronel de La Legión Mariano Cañas, catalán de origen, ha enviado una nota a la sección de comentarios de las noticias de Alerta Digital, en la que dice: “Como compañero del coronel Alamán, que se atreve a decir lo que la mayoria de españoles de bien pensamos, digo también que una Cataluña independiente ha de pasar por encima de mi cadaver. ¿Desde cuándo Cataluña fue independiente? Nunca hubo Reino, a lo más que llegó fue a Condado. Lo primero que debían conocer es un poco de historia. Pero eso sería mucho pedir a estos incultos que nos gobiernan”.

Recientemente, AD publicó una carta del coronel Cañas dirigida al ministro de Defensa, Pedro Morenés, en la que entre otras cosas decía: ”Tenga usted en cuenta que militares, guardias civiles y policías hicieron un juramento de defender España y a lo mejor acaban cansándose de ser los tontos de la película y a lo peor, si se les necesita, no acatarán ni lo que usted decrete ni lo que les manden sus jefes superiores. Porque la lealtad a la Patria es infinitivamente más importante que ser lacayo de un partido y estos están destrozando la nuestra, que es nada más y nada menos que España”.Los oficiales y los soldados, intensamente preocupados por la radicalización secesionista y la falta de respuesta de las instituciones, recuerdan que su misión constitucional, y por el honor, es la defensa de la unidad de España y su integridad territorial. “No vamos a permitir que se rompa España”, indica un capitán paracaidista. “El coronel Alamán ha reflejado lo que todos pensamos”, señala un comandante de la Legión. “Lo que no entiende es el silencio de la Junta de Jefes de Estado Mayor y del Ministerio de Defensa cuando de continuo se ofende a España”, apunta un oficial de la División Acorazada Brunete. El sentir de la oficialidad es que “no han sacado de Cataluña y de Vascongadas como apestados, para facilitar la estrategia de los separatistas”.
 
Algunos oficiales se han planteado hacer una carta colectiva de apoyo al coronel Alamán, en el caso de que se tomara la más mínima medida contra ese gran patriota.Las declaraciones a Alerta Digital del coronel Alamán en defensa de la unidad de España han sido recibidas con inmensa alegría en los cuarteles de toda la nación. El propio coronel Alamán está recibiendo una riada de muestras de apoyo y cariño de sus compañeros de armas. Esas declaraciones han conseguido poner histérico al separatismo catalán y mostrar su faz sectaria, intransigente y sediciosa.

Las declaraciones han sido ampliamente seguidas y comentadas en los cuarteles y salas de banderas de toda España. Así ha sucedido en la Brigada Paracaidista, en el acuartelamiento “Álvarez de Sotomayor” de la Legión en Almería, el de Infantería de Marina de San Fernando (Cádiz). Especial acogida entusiasta han tenido en la oficialidad joven.


EL CORONEL ALAMÁN SOMOS TODOS

A. Robles.- Ha bastado que un ilustre coronel del Ejército español pida a los separatistas catalanes el acatamiento de nuestro ordenamiento legal para que se haya abierto la caja de los truenos y desencadenado en Cataluña ‘la madre de todas las batallas’ mediáticas. El patetismo roza el paroxismo cuando un representante de ERC, precisamente de ERC, exige a gritos que se castigue a quien no hace otra cosa que recordarnos la vigencia de determinadas leyes que están siendo sistemáticamente burladas por los sectores separatistas. El pirónamo dando lecciones de legitimidad moral al apagafuegos. Pues qué bien.
 
Por otra parte, que un coronel del Ejército hable no es lo que indigna a los separatistas, sino que hable de España, de su Historia y de su sagrada unidad. ¿Y de qué otra cosa debería hablar un coronel del Ejército? ¿Del precio de los melocotones?

El problema no es que el coronel Alamán haya hablado, sino de lo que ha hablado el coronel. Mi amigo Alamán disponía de un amplio catálogo de asuntos a los que referirse con entera libertad y sin que al caso hubiese tenido revelancia mayor su derecho o no a verter opiniones. ¿Cuánto no habría sido defendido el derecho del coronel Alamán a expresarse como cualquier otro ciudadano español si su postura sobre la independencia de Cataluña hubiese sido coincidente a la de Joan Tardá? La impostura del coronel no ha sido la de decir en alto lo que comenta en bajo casi todos los militares que conozco, sino la de no defender lo indefendible para alguien que se reconozca patriota como él y que jurara servir a su patria hasta el final.
 
La factoría donde en España se confeccionan las ideas de obligada defensa no le hubiese discutido nunca al coronel Alamán el derecho a opinar de cosas triviales o que fuesen contrarias al ideal de un militar que se viste por los pies. Pero ya debería saber el coronel Alamán que la democracia española reposa sobre el lecho de unos nacionalismos a los que les está permitido todo, hasta comprometer impunemente la unidad de la nación.

Alerta Digital viene denunciando la impostura de un sistema que otorga a los nacionalistas la legitimidad moral que en cambio niega a otros. Si una dirigente catalana hace mofa del acento de los malagueños, eso forma parte de su derecho a opinar de lo que quiera. Si un líder de ERC hace befa de los niños extremeños, chitón y a respetar su libertad expresiva. Si Duran Lleida hace otro tanto de la supuesta querencia de los andaluces a la holgazanería, punto en boca los andaluces. Si desde las filas de CiU se nos dice que la economía española se sustenta del robo permanente a los catalanes, el exabrupto pasa a convertirse en un axioma. Todo le ha sido permitido a esta gente, hasta el derecho a anatemizar a quien reivindique su españolismo o la imposición del imperio de la ley en Cataluña.
 
Frente a una derecha liberal y acomplejada que acepta las reglas de que unos aticen y otros pongan la otra mejilla, muchos están teniendo el acierto de decir alto, claro y en castellano que eso se acabó. Y así tenemos que a los pocos minutos de que Joan Tardá pidiese el arresto del coronel Alamán, el grupo político Regeneración solicitó tanto la “inmediata” detención del torquemada separatista como la ilegalización de su formación política. Esta democracia no puede seguir descansando sobre un lecho de mentiras y provocaciones por parte de siempre los mismos. No podemos dejar de rebelarnos intelectualmente ante la imposición de mantras tan absurdos como que lo casposo y lo ilegal es la defensa de la unidad nacional, mientras que la exaltación del independentismo, a contrapelo casi siempre da la propia ley, es lo legítimo y lo fetén. O jugamos todos el mismo juego o se acabó la partida. Eso lo debería haber exigido la derecha pánfila española hace 35 años.
 
Por otro lado, no deja de ser un dato esclarecedor de la podredumbre política, moral e intelectual de la España presente que se defienda, por ejemplo, el derecho democrático de Jorge Javier Vázquez a excarvar en cualquier intimidad y destrozar cualquier reputación, y que en cambio se quiera someter al coronel Alamán al linchamiento público por decir precisamente lo que tiene que decir un coronel del Ejército español en un momento tan crucial como el que vive esta nación. Sugiero que el siguiente paso sea prohibir a los médicos que hablen de salud, a los ingenieros de caminos que hablen de puentes ni carreteras y a Sandro Rosell que hable del Madrid.
 
Puede estarse de acuerdo o no con lo que diga el coronel Alamán (nosotros por supuesto lo estamos), pero lo que no puede dejar de admirarse es la gallardía de su actitud al defender el significado del artículo 8 de la Constitución. El coronel Alamán, se comulgue o no con su manera de sentir España, merece que se le reconozca gallardía, honestidad intelectual y sinceridad patriótica, valores no supuestos sino probados.

Una sociedad se perfecciona con la reflexión sobre la propia realidad. Una sociedad se encanalla cuando esa reflexión sólo es permitida a algunos. Si un piltrafilla de las juventudes de ERC quema una foto del Rey o un militante de Solidaritat quema una bandera española, lo califican de ejercicio de libertad. Cuando un español cabal y decente habla de España con respeto y lealtad, lo califican de subversivo y fascista.
 
Creemos que en vez de seguir el juego a los que piden la cabeza del coronel Alamán, abiertamente y con impudicia punible, lo que debería hacer la prensa española es solicitar al Gobierno que actúe como tal abriendo la correspondiente investigación sobre los actos sediciosos que están teniendo lugar en no pocos lugares de Cataluña: desde retiradas de banderas de los edificios consistoriales a declaraciones institucionales de ruptura con España. Sólo así podremos confiar en la eficacia de un Estado que está siendo utilizado por unos pocos (los peores) para atacar de forma inmisericorde e imponer sus reglas sectarias a todos los que, como el coronel Alamán, amamos y respetamos solemnemente a España, desde el Cabo de Gata hasta los Pirineos y desde Ceuta hasta Finisterre.
El coronel Alamán exige que se ilegalicen los partidos separatistas y la detención de Tardá, Bosch y Bertran por alta traición: “Esta gente no tiene cura”

El coronel Francisco Alamán Castro es el fenómeno mediático del momento. Unas recientes declaraciones suyas en AD han provocado un ambiente de histerismo entre las huestes del nacionalismo catalán difícilmente catalogable. Tales declaraciones le han convertido en el blanco de muchos enemigos pero también le han granjeado apoyos y simpatías en toda España, incluída Cataluña. Le han llovido insultos y amenazas y él asume el deber, con serenidad cartesiana y sentido castrense del temple, de concedernos una nueva entrevista. Todos tenemos derecho a reivindicar las libertades que nos plazcan y no seremos nosotros los que discutamos al coronel Alamán Castro las suyas.
 
En posesión de la Gran Cruz de caballero de la Orden de San Hermenegildo a la Constancia Militar y de sendas Cruces al mérito militar de primera clase con distintivo blanco, en él encontraron siempre sus hombres un ejemplo a imitar y un jefe a quien obedecer. En medio de tanto comparsa acomodaticio y expectante, el coronel es un islote de firmeza y españolismo. No regala el oído a los poderosos de turno, no teme los insultos en su contra ni las amenazas, rechaza toda presión y denuncia sin piedad cualquier maniobra que no parezca limpia y que vaya en contra de España.

-Menuda tormenta han desencadenado sus declaraciones en AD… Toda la patulea separatista catalana se ha desatado contra usted.
 
(Ríe). En peores me he visto. He hecho muchas cosa en el Ejército. He estado al frente de tropas paracaidistas, al mando de tropas de alta montaña y en la División Acorazada. He vivido en escenarios de guerra y visto la muerte demasiado cerca y demasiadas veces como para inquietarme ahora por un puñado de separatistas.

-¿Ha recibido el apoyo de sus compañeros?

El día de ayer (viernes) me lo pasé casi entero atendiendo al teléfono. Me llamaron de toda España, incluso compañeros de los que no sabía nada desde hacía años. Les agradezco a todos ellos sus afectuosísimas muestras de compañerismo y de afecto.

-¿También de Cataluña?

De Cataluña donde más.

-De entrada coronel, ¿es usted partidario de las autonomías?

Opino como aquel gran sabio español, que era Ortega y Gasset. Decía que no era partidario de las autonomías y que la soberanía del pueblo español no consistía en la soberanía sólo de una parte sino del conjunto. Alguien lo expresó muy bien en AD: hablan de respetar la voluntad popular, pero qué ocurriría si el Valle de Arán decidiese que quiere la independencia de Cataluña o bien anexionarse a Aragón. Supongo que los independentistas catalanes lo respetarían, ¿o no? Si pueblos como Amposta, Tortosa o Sant Carles de la Rápita decidiesen en referendum que se quieren anexionar a Castellón… supongo que tampoco pondrían pegas, ¿o sí? ¿O acaso los referéndums sólo funcionan en un sentido?

-Joan Tardá y algunos dirigentes de la izquierda separatista han llegado a calificarle como un militar casposo…

Hombre, el señor Tardá no es precisamente un ejemplo de higiene capilar para que hable de la caspa de otros (ríe). El señor Tardá se aprovecha de que en España determinadas cosas salen gratis. Mañana por cierto les enviaré una carta dirigida al señor Tardá.

-¿Él y otros dirigentes nacionalistas han pedido su arresto?

Hemos alcanzado un nivel tal de degradación política que se permite que un político que defiende la sedición y que ha tenido vínculos con el terrorismo de Terra Lliure amenace a quien, como yo, defiende la vigencia del artículo octavo de la Constitución. Imagine que un senador de California propugnase la independencia de ese territorio y que encima amenazara a un jefe militar de los Estados Unidos por recordarle la exigencia de respetar las leyes del país.

Pues bien, ya que el señor Tardá y otros piden mi arresto, yo desde aquí exijo la inmediata detención del señor Tardá (diputado de ERC), del señor Bosch (Alfred, portavoz de ERC en el Congreso) y del señor Bertran (Uriel, secretario general de Solidaritat). Exijo su inmediata detención por querer romper España y por alta traición. Exijo también la inmediata ilegalización de todos los partidos que tengan como principal objetivo la ruptura de la nación.

Esta gente no tiene cura. Se invoca la ley y uno es un golpista, un fascista y un criminal. Pero llamar a la subversión, a la sedición, a la ruptura de la nación, eso es legítimo y por lo tanto debe ser amparado por la libertad de expresión. A la izquierda y a los nacionalistas de la periferia se les permite todo. Yo no he amenazado a nadie, como dice el señor Bosch, sólo he sido fiel al juramento que presté y coherente con lo que dice la Constitución española. No hace mucho, un dirigente de la CUP dijo algo de pegarle un tiro en la nuca a alguien y no se le dio tanto bombo y platillo. Esas declaraciones sí eran constitutivas de delito. Una vez más, la ley del embudo…

-¿Y qué ocurrirá si la manifestación del día 11 tiene un seguimiento masivo?

A mí no me dirá absolutamente nada. Cataluña la habitan 6 millones de habitantes y no creo que vaya ni el 10 por ciento. Además, todos sabemos que en Cataluña impera la dictadura del miedo a los nacionalistas. Muchos acudirán por temor a ser señalados. Me dicen que en algunos municipios separatistas se pondrán autobuses gratis para que vayan los vecinos. ¿Qué vecino podría oponerse a ir a la manifestación cuando todos saben cómo actúa esa gente? ¿Usted cree que un catalán de un pueblo pequeño o mediano va a comprometerse socialmente por no ir a la manifestación? Por consiguiente, la manifestación del día 11 no tendría que tener ningún valor ni peso político. Muchos de los que irán lo harán por miego y hasta en muchos casos por un bocadillo de ‘chopped’.

-Coronel, es llamativo que hagan planes de futuro quienes dentro de unos años van a ser minoría dentro de una población mayoritariamente musulmana.

En efecto, esa es otra. Armando Robles lo describe de forma soberbia en un artículo sobre el futuro califato de Cataluña. Expresa algo que vengo pensando desde hace bastante tiempo: al paso que va Cataluña, dentro de 20 años tendrá más moros que españoles. A esta gente le ciega tanto el odio al resto de España que se han olvidado de la reducción a curiosidad antropológica de los catalanes en el plazo de dos o tres generaciones más. De hecho, los catalanes de origen (de apellidos catalanes) son ya minoritarios en Cataluña. Aun incluyendo en esa categoría todos los demás españoles que viven en Cataluña, la deriva demográfica actual no ofrece demasiado margen para la esperanza de una Cataluña ni catalana, ni española ni europea.

Asistimos a una especie de suicidio colectivo entre la indiferencia de unos, la ceguera de otros y hasta de la complicidad de no pocos. Unos nos damos cuenta y lo decimos, otros simplemente no lo ven o no quieren ni siquiera pensar en ello. Las élites son nulas y malvadas y el pueblo está bajo los efectos hipnóticos de la propaganda. El panorama nos obliga a ser pesimistas. Ya sabe que un pesimista es un optimista bien informado. Y yo me informo en AD.
 
-¿Se deben los militares a los políticos?

Los militares nos debemos a la legalidad vigente y, en este caso, al artículo octavo de la Constitución. Un ejemplo: Imagine usted que el señor Rajoy se levanta un día borracho y decide conceder al señor Mas la independencia de Cataluña. ¿Qué deberíamos hacer entonces los militares? Evidentemente obedecer la ley y no al señor Rajoy.

-¿Le interesa a usted la política?

Nunca me gustó la política. Mi padre decía que los políticos se dividían en dos clases: los hijoputas de izquierda y los hijoputas de derecha. Mi política es España. Nos contaba Wenceslao Fernández Flórez en “Una isla en el mar rojo” que acabada la guerra civil, estaban dos gallegos en un bar. “Uno decía al otro: ¡Pepiño! Fuiste reformista y luego conservador con Maura, después de Unión Patriota con Primo de Rivera, posteriormente del PSOE en la República y ahora de Falange, siempre estás cambiando de idea”.

Le contesta Pepiño indignado: ¡Yo qué voy a cambiar! ¡Siempre he querido ser concejal!

Es corriente que los políticos se cambien de grupo, dependiendo de la procedencia del viento y eso encaja poco con el manual de vida de los militares. Hay un chiste muy apropiado deVizcaíno Casas. Sale en un periódico de 1978 que la losa de Franco se había movido y el cadáver del Caudillo desaparecido. Había un socialista, antifranquista de toda la vida, al que con Franco el negocio le iba muy bien, y ahora fatal. Estaba desayunando y su mujer le lleva el periódico.
 
-Manolo, Franco resucitó.

-Contesta.- ¡Ese cabrón! Luego se lo piensa mejor y murmura ¡No caerá esa breva!

-¿Usted admira mucho a Franco?

Qué español de bien podría dejar de admirarlo. Mire, en premio tal vez a la evangelización de América, Dios nos concedió en el siglo XIX al duque de Ahumada (fundador de la Guardia Civil) y en el siglo XX a Francisco Franco. Espero que en este siglo XXI nos regale otro español providencial.

-Siguiendo con el hilo de lo que planteaba Vizcaíno Casas, ¿qué diría Franco si resucitase hoy?

Se moriría del susto al ver lo que hemos hecho con el país orgulloso, unido y próspero que él nos dejó.

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